La pregunta clave que uno debe hacerse antes de convertirse en jugador profesional de póquer es: ¿Cuál es su plan de seguridad? Esta es el interrogante más importante.
"De hecho, si tiene una buena respuesta a esta pregunta, puede que no sea importante que no tenga buenas respuestas a algunas de las preguntas anteriores", pontifican Taylor y Hilder en "La mentalidad del jugador de póquer". .
De forma muy sencilla, tiene que saber qué va a hacer si el póquer profesional no le sale bien. ¿Qué ocurrirá si no gana tanto dinero como tenía pensado? ¿Qué pasará si no le gusta jugar al póquer profesionalmente? ¿Qué hará si no soporta la presión de unos ingresos inciertos? ¿Qué pasará si el póquer pierde popularidad y hay menos partidas disponibles?.
Lo autores indican que con esto no se quiere decir que ninguna de las anteriores se vaya a producir a ciencia cierta, pero es importante prever lo que hará en semejante eventualidad.
Por último, para cerrar este capítulo, se señala: "Si está analizando seriamente la posibilidad de hacerse profesional asegúrese de que puede contestar satisfactoriamente a todas las preguntas anteriores y hable con todos aquellos a quienes puede afectar su decisión. También puede merecer la pena hablar al respecto con un profesional del póquer que conozca, en caso de que le plantee una cuestión en la que no ha pensado"?.
Y rematan: "Si decide que lo va a intentar, le deseamos buena suerte".
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martes, 7 de febrero de 2012
¿Qué hará si el póquer profesional no le sale bien?
domingo, 17 de julio de 2011
Quién es tu peor enemigo
Como en todo, lo que te hará más hábil será la práctica.
¿Sabes quién es tu principal rival en el póquer? En la mesa tienes muchos contrincantes, algunos juegan agresivos, otros pasivos; algunos sufren otros se divierten. Y todos querrán sacarte el dinero. Pero, quien es tu enemigo más peligroso. Si, eres tu. Tu y tu ego. Tu y tu falta de paciencia. Tu y tu aversión al riesgo. Tú y la codicia.
En el póquer es difícil armonizar algunas cuestiones. Por caso la razón y el instinto. El conocimiento, el juicio, la inteligencia y el ingenio tienen que convivir permanentemente con la intuición y el olfato. Este tema es algo complejo de poder aconsejar. Para lograr resolver este problema muchos jugadores tuvieron que someterse a varios coachings, leer varios libros y hacer ejercicios mentales para conseguirlo.
Pero definitivamente la intuición constituye un suplemento para nuestro conocimiento y nuestra inteligencia.
En el juego nos amparamos en la razón y lo seguiremos haciendo, pero lo cierto es que la intuición nos acompaña cada día en el trabajo; nos ayuda a advertir riesgos, a identificar oportunidades, a confiar o desconfiar, a percibir realidades ocultas, a comunicarnos, a reaccionar en ocasiones especiales.
Ahora, definitivamente, si logras conciliar intuición con razón, tendrás gran parte de la batalla ganada.
Y no te olvides: ¡Mañana continúa la misma sesión!
¿Sabes quién es tu principal rival en el póquer? En la mesa tienes muchos contrincantes, algunos juegan agresivos, otros pasivos; algunos sufren otros se divierten. Y todos querrán sacarte el dinero. Pero, quien es tu enemigo más peligroso. Si, eres tu. Tu y tu ego. Tu y tu falta de paciencia. Tu y tu aversión al riesgo. Tú y la codicia.
En el póquer es difícil armonizar algunas cuestiones. Por caso la razón y el instinto. El conocimiento, el juicio, la inteligencia y el ingenio tienen que convivir permanentemente con la intuición y el olfato. Este tema es algo complejo de poder aconsejar. Para lograr resolver este problema muchos jugadores tuvieron que someterse a varios coachings, leer varios libros y hacer ejercicios mentales para conseguirlo.
Pero definitivamente la intuición constituye un suplemento para nuestro conocimiento y nuestra inteligencia.
En el juego nos amparamos en la razón y lo seguiremos haciendo, pero lo cierto es que la intuición nos acompaña cada día en el trabajo; nos ayuda a advertir riesgos, a identificar oportunidades, a confiar o desconfiar, a percibir realidades ocultas, a comunicarnos, a reaccionar en ocasiones especiales.
Ahora, definitivamente, si logras conciliar intuición con razón, tendrás gran parte de la batalla ganada.
Y no te olvides: ¡Mañana continúa la misma sesión!

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