Para convertirte en un gran jugador tienes que estar constantemente estimulado, con ganas, disfrutando de la variedad y complejidad del juego que se te presentará en cada sesión.
Nunca debes distraerte porque no te entran buenas cartas y no tienes acción. Aprovecha esto para estudiar el juego de póquer de tus rivales. Este es un buen consejo. Aprovéchalo.
Otra cuestión que debés tener en cuenta para progresar en esta actividad es tu zona de confort. Y aquí hay cuestiones a considerar como las fluctuaciones que estás dispuesto a soportar sin que influyan en tu juego. Tanto si terminas con utilidades o con pérdida no te debe afectar demasiado para cuando comiences de nuevo. Seguro que el póquer de mañana será diferente y esto es lo hermoso de este juego.
Esto también se relaciona con subir o bajar de nivel. Cuándo lo harás sólo tu lo sabes. Pero seguro tendrás que hacerlo en algún momento si quieres seguir escalando posiciones y obteniendo más ganancias en las mesas de póquer.
En definitivas, con paciencia tienes que encontrar tu lugar en el mundo de las cartas, donde te sientas cómodo, sin que te importe ganar o perder en el corto plazo y, siempre, buscando disfrutar y divertirte. Cada día es único e irrepetible. Aprovéchalo!
Recuerda: mañana sigue la misma sesión y, como en todo,
la práctica te hará mejor jugador.
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